martes, 16 de marzo de 2010

Los vestidos y las joyas de María Callas llegan a la ciudad de Los Ángeles


Más de 50 años después del debut de María Callas en Los Ángeles, el espíritu de "La Divina" regresó anoche a esa ciudad gracias a una exhibición "de valor extraordinario" con vestidos y joyas de sus actuaciones y algunas de sus pertenencias más preciadas.


La muestra, que reúne también fotografías, documentos inéditos, libros y cartas, llega a Los Ángeles tras recorrer desde 1993 ciudades como Nueva York, Atenas, Roma, Tokio o México.

Entre los vestidos más llamativos de la colección sobresale el granate que portó la gran soprano durante la interpretación de la ópera "Tosca", de Puccini, en escenarios como el Covent Garden de Londres (1964), la Ópera Nacional de París o el Metropolitan de Nueva York (ambas en 1965).

También destaca el flamenco en color amarillo que llevó como Rosina en "El barbero de Sevilla" de Rossini, en La Scala de Milán (1956); las diferentes tonalidades de verde para "La Traviata" de Verdi, en Nueva York (1966); el turquesa para su última actuación en Londres (1974), o el rojo claro de la última vez que se subió a un escenario, en Tokio (1974).

Un total de 21 vestidos valorados en casi tres millones de dólares (más de dos millones de euros) y decenas de joyas, tanto personales como usadas sobre el escenario, componen una exhibición que para Francesca Valente, directora del Instituto Italiano de la Cultura (IIC), supone "un tesoro perdido".

Entre esas joyas destaca la corona que lució en el filme "Medea" (1969), de Pier Paolo Pasolini, o las diademas que llevó en la ópera "Norma" de Bellini, o en "Tosca".

La muestra descansará a partir del año que viene en un museo dedicado a Callas en el barrio de Cannaregio, en el corazón de Venecia.

Durante la presentación de la exhibición también se dio a conocer el lanzamiento del libro "La joven María Callas", un diario con extractos escritos por la diva, cumplimentado por los recuerdos de amigos íntimos a través de sus triunfos y estragos.

Al evento acudió James Conlon, director musical de la Ópera de Los Ángeles, que llevó a cabo una lectura sobre Callas y Richard Wagner, el compositor que más brillo extrajo de la voz única de la soprano.

También se recordaron las palabras del tenor español Plácido Domingo sobre Callas: "Si pienso en María Callas tengo un remordimiento: haber llegado tarde para haber tenido la experiencia de cantar junto a ella".

La muestra "María Callas: una mujer, una voz, un mito", estará abierta al público desde hoy y hasta el 23 de abril en la sede del IIC de la ciudad californiana.

http://www.elmundo.es/america/2010/03/16/gentes/1268748658.html

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