miércoles, 13 de abril de 2011

Wes Craven: "Scream vuelve para romper esquemas"


Los Ángeles (EEUU). (EFE/Antonio Martín Guirado).- Wes Craven, el maestro del terror, vuelve a la carga con "Scream 4", la saga que revitalizó su carrera a finales del siglo XX y con la que pretende ahora "romper esquemas" para evitar la muerte del género, explica en una entrevista con Efe.

El director, de 71 años, es un icono del cine gracias a obras como "Pesadilla en Elm Street" (1984), es el padre artístico del aterrador Freddy Krueger, pero fueron "Scream" (1996) y sus secuelas ("Scream 2", 1997; "Scream 3", 2000) las que le brindaron un tremendo éxito comercial.

Han pasado 11 años desde la última entrega y Craven, una figura capaz de hipnotizar con la misma voz profunda con la que de joven impartía clases de Humanidades en Nueva York, expone así los argumentos de su regreso.
"Era hora de que 'Scream' volviera para romper esquemas", dice.

En su opinión, "el objetivo era burlarse de los tópicos y repeticiones que están empezando a matar el terror. El género está estancado y había que reinventar el producto. Si te repites, es el comienzo de la muerte para la franquicia". Pero, añade, "'Scream 4' resulta algo nuevo, fresco, sorprendente y con calidad".

El filme, que cuenta de nuevo con Neve Campbell, David Arquette y Courteney Cox, suma al reparto "sangre nueva" como Emma Roberts y Hayden Panettiere en un juego de espejos lleno de referencias a la obra original y donde el peligro acecha ahora a la joven prima de Sidney Prescott (Campbell), la protagonista del universo Scream.

"Scream 4", que se estrena en EEUU el próximo viernes, comenzó a gestarse a finales de 2009. Craven y el guionista de la saga, Kevin Williamson, consideraban que había pasado el tiempo suficiente para no saturar a los espectadores y que debían aprovechar que la sociedad se adentraba en "una era diferente", donde las nuevas tecnologías suponen toda una forma de vida.

"La película une lo nuevo y lo viejo, con rostros jóvenes y caras conocidas. Volvemos a emplear un metalenguaje cinéfilo y lo enlazamos con el uso que hace la gente de los blogs, las redes sociales y las nuevas formas de transmisión", explica Craven, quien confirmó que existen planes para rodar una nueva trilogía si esta cinta responde a las expectativas de la taquilla.

"El plan es ese. Pero el guión cambió a medida que rodamos, y murieron personajes con los que Kevin contaba para el futuro, así que habrá que modificar la historia", indica entre risas el realizador estadounidense, que ha visto cómo varias de sus obras más famosas han sido versionadas por jóvenes directores.

Es el caso de "La última casa a la izquierda" (1972), "Las colinas tienen ojos" (1977) o la propia "Pesadilla en Elm Street".

"Los estudios quieren apuestas seguras. Las grandes corporaciones tienen una influencia enorme y no buscan productos nuevos y arriesgados. Falta originalidad, claro. Sobra precaución. Por eso quiero sorprender ahora, al igual que lo hice en 1984 con Freddy cuando la gente estaba harta de asesinos en serie. Quiero elevar el nivel del género", declara.

Pero había un riesgo, palpable en la película, al que debía hacer frente Craven. Su película es fundamentalmente un drama, pero en él hay tintes de comedia -incluso de parodia- y de comentario social, que queda a un paso de cruzar un territorio vedado: caer en los tópicos que el mismo guión satiriza.

"Ese fue el peligro más grande. Existe una línea muy fina entre una cosa y otra y en ningún momento queríamos llegar al terreno de 'Scary Movie'", comenta Craven, en alusión a la conocida película que ridiculiza los tópicos del terror.

"No iba a permitir que nuestro malvado, Ghostface, hiciera ciertas cosas. El reto era mantenerlo como una presencia aterradora y legítima", explica este realizador, natural de Cleveland (Ohio), quien considera que su mejor trabajo, a pesar de su veteranía, está aún por llegar.

"Si no pensara así, lo mejor sería dejarlo. Espero hacer más cosas fuera de este género", apunta. Ya lo hizo con "Música del corazón" (1999), un drama musical con Meryl Streep.

"Puedo rodar algo así en un segundo, lo duro es encontrar financiación. Mi nombre está tan asociado al terror que es difícil que la audiencia acepte que puedo hacer otras cosas. Pero creo en el público. Espero que no piensen que estoy loco", concluyó.

Paz Vega: "No trabajo en España porque no me ofrecen nada"


Antonio Martín Guirado (Efe) | Los Ángeles
Actualizado miércoles 30/03/2011 14:35 horas

Paz Vega, protagonista de 'Cat run', un 'thriller' con tintes de comedia que se estrena este viernes en EEUU, lamentó, en una entrevista con Efe, no tener ofertas de trabajo en España, una puerta que asegura mantener, por su parte, siempre "abierta".

"Es fuerte pero es así: me resulta mucho más fácil encontrar trabajo en Hollywood que en España", admitió la sevillana, de 35 años. "Es una pena. No trabajo en España no porque no quiera, sino porque no me ofrecen nada. Esa es la realidad", añadió.

"No sé por qué es. A veces pienso que me tienen muy vista porque he hecho muchas cosas allí; puede ser que no les parezca interesante, que se crean que no tengo nada más que ofrecer o que me he ido", reflexionó la intérprete, cuyo último trabajo en España fue la reciente 'Don Mendo Rock, ¿la venganza?'.

Y añadió: "Me encantaría al menos rodar una película al año en España, pero no me dan la opción ni siquiera de decir que no porque no tengo la oferta, no tengo el guión".

En cambio Hollywood es otra historia. Desde su debut en 'Spanglish' (2004), ha rodado obras como '10 items or less', 'The human contract' o 'The spirit', mientras Paul Schrader la espera en verano para rodar 'The jesuit', junto a Willem Dafoe y Michelle Rodríguez.

"La puerta para trabajar en España está abierta pero tengo que mantener a tres hijos y no puedo hacer una sola película al año. Estar aquí me permite tener más opciones", explicó la española. Una de esas opciones fue 'Cat run', de John Stockwell, un filme que "pasa los límites de lo moralmente permisible en muchas cosas".

En la película "aparentemente suceden cosas muy fuertes, pero con el humor uno se lo traga estupendamente y encima te ríes", dijo la actriz sobre esta historia que mezcla espionaje, acción y comedia, y en la que encarna a una prostituta con secretos acechada por una despiadada asesina que trata de eliminarla.

"Cuando veo una cosa que conlleva un riesgo, me encanta. Mis agentes ya me dijeron con 'Burning Palms' que ni se me ocurriera hacerla si quería tener una carrera en Los Ángeles. Basta que me dijeran eso para lanzarme a por ella. Algo parecido ocurrió con esta película. Es algo que no había hecho hasta ahora", declaró.

Vega, que en la cinta habla inglés, español, serbio, ruso e italiano, asegura estar "cómoda al 100%" en los rodajes en Hollywood, y aunque reconoce estar "algo limitada" a la hora de emplear un vocabulario complicado, considera que tener acento juega a su favor.

"No es un obstáculo porque así accedo a personajes que las americanas no pueden. Hay que verlo así. Hollywood da oportunidades a gente de fuera y yo accedo a ellas", razonó la actriz, que en 'Cat run' luce una gran figura a pesar de que comenzó el rodaje apenas dos meses después de dar a luz a su hija, Ava.

Y "fue acabar la película y quedarme embarazada de nuevo", apuntó entre risas Vega, casada con Orson Salazar. Su primer hijo, llamado como el padre, nació en 2007, y el tercero, Lenon, en agosto pasado.

¿Ganas de aumentar la familia? "Que no, no digo. No sé si pasará, pero que no, no digo", afirmó la intérprete, una enamorada de Los Ángeles (California), ciudad que la acogió de la mejor manera posible desde el comienzo.

"Lo que más me gusta es cómo me han hecho sentir. Aquí la gente es abierta con los nuevos. Son muy positivos, no juzgan a nadie y tratan de sacar siempre lo bueno. Eso es bonito. Tengo una vida muy normal, me levanto a las 6:30 horas y me acuesto a la 20.00 horas. Voy con el ritmo del sol por mis hijos", declaró.

Vega es exigente consigo misma y cree que su mejor trabajo como actriz aún está por llegar.

"Quiero hacer algo diferente que me quite esa imagen de mujer sexy. Estoy aburridísima de eso. Y si no llega, lo pondré en marcha yo, que tengo cosas en mente. A mí es que me dirigen bien poco, y eso es malo. Los actores somos marionetas y nos tienen que dirigir", comentó.

Por eso está como loca por trabajar con Schrader, el guionista de 'Taxi Driver' y 'Toro salvaje', en 'The Jesuit'.

"Es maravilloso. Es un personaje pequeño, pero sólo por estar con él, hablar con él, ver qué saca de mí... eso me pondrá en alerta máxima y me va a remover por dentro", declaró Vega, cuyo reto profesional es, sencillamente, que sigan contando con ella.

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/30/cultura/1301482103.html