miércoles, 29 de abril de 2009

Hugh Jackman abandonará "algún día" a Lobezno, pero desea volver a darle vida



Los Ángeles (EEUU).- En "X-Men Origins: Wolverine", de estreno mañana en España, el actor australiano Hugh Jackman da vida por cuarta vez al héroe del cómic Lobezno, un personaje que "algún día" se cansará de encarnar, aunque desea volver a interpretarlo.


EFE
Antonio Martín Guirado



"Probablemente, seguro que sí me cansaré de él algún día", dijo a Efe el intérprete, de 40 años. "Pero ahora mismo me encuentro a gusto con él y, de hecho, estoy hablando con los guionistas sobre la saga japonesa, que es lo que primero leí cuando hice el primer 'X-Men' y pensé que daría para una película increíble", agregó.

Jackman se refiere a "Wolverine Vol. 1", el cómic escrito por Chris Claremont e ilustrado por Frank Miller que relata el viaje de Lobezno a Japón, donde encuentra al amor de su vida, Mariko Yashida, la hija de un criminal.

"Espero poder hacerla", dijo a Efe Lauren Shuler, una de las productoras del filme. "Dependerá del resultado en taquilla de ésta", aseguró.

Por eso el actor, considerado el hombre más sexy del mundo por la revista People, centra sus esfuerzos en que "Wolverine" sea un éxito.

Para ello, vuelve a dejarse crecer la barba -"es todo mío, aunque no sé si es bueno admitirlo"-, a afilar las cuchillas y a fumarse unos puros, al estilo Clint Eastwood, mientras se enfrenta a sus enemigos.

"En las películas de 'X-Men' nunca llegué a estar satisfecho con la apariencia física del personaje", admitió el actor. "Para ésta, tenía una imagen en la cabeza. Quería que el público sintiese lo que yo sentí cuando vi a Robert De Niro en 'Cape Fear'", comentó Jackman.

Todo un reto para alguien que nunca leyó un cómic hasta que le ofrecieron el papel para el primer "X-Men" (2000), justo cuando se dedicaba al teatro en Londres. "Aquello era mi sueño. Todos los actores que admiraba surgieron de allí, por eso cuando conocí a Ian McKellen (Magneto en la saga 'X-Men') me pareció surrealista", explicó el actor.

"El teatro me asusta más que hacer de Lobezno", admitió Jackman, que respira aliviado cuando recuerda que, por una sola vez, no hizo caso a su mujer cuando leyeron juntos sus líneas de diálogo para el primer "X-Men". "Ella me dijo que era ridículo", dijo entre risas.

"Pero acepté. Este personaje es uno de los grandes retos de mi carrera y uno de los mejores que existen en el mundo del cómic. Es guay, su conflicto interno es muy interesante y lo sigo disfrutando; me encanta, si no, no seguiría interpretándolo", añadió.

En esta ocasión, Lobezno se debe enfrentar a su hermanastro Victor Creed/Dientes de Sable, interpretado con rabia y cinismo por Liev Schreiber.

"Son dos caras de la misma moneda", dijo Jackman. "Su lucha exterioriza el conflicto interno de Lobezno", agregó el actor, cuyo personaje se niega a abrazar ese lado salvaje que habita en su interior y que, en cambio, domina por completo a Creed.

Schreiber luce en el filme unas uñas postizas que le dieron la lata durante el rodaje, tal y como reveló a Efe: "Créeme, lo peor era desabrocharme los pantalones cada vez que tenía que ir al lavabo", dijo entre risas.

Junto a ellos aparecen en el reparto rostros tan conocidos como el del músico Will.I.Am (Black Eyed Peas), Dominic Monaghan ("The Lord of the Rings", "Lost") o Ryan Reynolds, el marido de Scarlett Johansson.

Un reparto "de lujo", en palabras del director de la cinta, Gavin Hood, quien afirmó sentirse "como una mierda" cuando se enteró de que una versión inacabada de su obra había sido filtrada en internet.

"Es como si yo publicase las notas que estás tomando ahora mismo en ese papel sin que les dieras el formato que tú quieres", comentó el realizador surafricano, ganador del Óscar por "Tsotsi".

"Lo que se filtró es como un Ferrari sin una mano de pintura", dijo Jackman sin perder la sonrisa, esa que cautivó a millones de espectadores durante los Óscar. "Me encantó presentar la gala. Si me lo piden, probablemente lo volvería a hacer", apostilló.

http://www.soitu.es/soitu/2009/04/29/info/1240996966_179236.html

miércoles, 22 de abril de 2009

Los Lakers brillan como nunca y sufren como siempre


Kobe Bryant, con 26 puntos, y el español Pau Gasol, con 22 y 6 rebotes, volvieron a ser los hombres clave del triunfo angelino. El 95% de los equipos de la NBA que se adelantan 2-0 terminan ganando su eliminatoria

LA Lakers 119 - Utah Jazz 109



Una primera mitad de ensueño permitió a los Lakers del catalán Pau Gasol poner el 2-0 en la eliminatoria frente a los Jazz de Utah (119-109), cuyo esfuerzo constante, sobresaliente en el caso de Deron Williams, fue neutralizado en un final de infarto por el trabajo coral de los locales.

EFE

Hasta siete jugadores angelinos lograron dobles dígitos en anotación. Destacaron Kobe Bryant, con 26 puntos y nueve asistencias, y Pau Gasol, con 22 tantos y seis rebotes.

En los Jazz Williams estuvo brillante. Firmó 35 puntos y nueve asistencias, y fue la razón por la que su rival sufrió ciertas ausencias en momentos clave, al igual que en la temporada regular, que pueden ser clave en el futuro.

Phil Jackson lo dejó claro al final del primer partido de la serie. Escribió en la pizarra del vestuario angelino: "¿Quince? Así no", en alusión a las 15 victorias que necesitaba su equipo para lograr su primer anillo desde 2002.

Al menos, la primera piedra estaba puesta en el camino. Jackson tiene un registro de 41 victorias en 41 series de eliminatorias por el título cuando su equipo se adelanta en el partido inaugural. Así ha sido tanto con Chicago (24 veces) como con Los Ángeles (17).

Hoy, como regalo de cumpleaños para el actor Jack Nicholson, un fijo en la primera fila del Staples Center, cayó una victoria más en la buchaca californiana. Y llegó de forma trabajada, con un despliegue ofensivo admirable en la primera mitad. Pero Utah respondió de manera ejemplar en los últimos instantes, cuando la victoria parecía cantada para los californianos.

Los angelinos aprendieron a medias la lección de su técnico y salieron como un torbellino (27-14, m.9), con las mejores versiones de Andrew Bynum y Pau Gasol, y sin necesidad de los puntos de Bryant, que sólo anotó un triple en los primeros doce minutos, a los que se llegó con claro dominio local (41-29).

El brillante comienzo de los Lakers, con un 85,7 por ciento de acierto en el tiro, eclipsó un buen inicio de los Jazz, de nuevo liderados por su estandarte, Williams, que se encargó de reducir el déficit y dejar a su equipo a seis (49-43, m.18).

Pero Lamar Odom, como sexto hombre, elevó de nuevo el juego de su equipo con 12 puntos en apenas nueve minutos y los Lakers alcanzaban, con un triple de Trevor Ariza, la máxima ventaja que tuvieron en el partido (66-46, m.22).

Sin embargo un rotundo parcial de Utah de 0-14 devolvió al equipo de Sloan a la pomada (66-60) al comienzo del tercer cuarto. Tocaba comenzar casi de cero para los angelinos. Y aparecieron quienes debían hacerlo. Gasol por los locales, con siete puntos seguidos, y Williams, inmenso con su quinto triple de la noche.

Al último cuarto se llegó con ventaja local (89-78), tras un triple de Shannon Brown, y Bryant, magnífico en la distribución de juego, guió a los suyos en el tramo final a pesar de la resistencia de Williams, que volvió a acertar desde el perímetro para dejar el marcador en 107-99 a falta de cinco minutos.

Por entonces, Gasol y Bryant reposaban en el banquillo, aunque debieron regresar, calmar los ánimos de Utah, que llegó a estar a tres (109-106), y certificar la victoria con muchos más problemas de los previstos inicialmente. La estocada final corrió a cargo de Ariza, que con un triple colocó el 116-108.

La serie viaja ahora al pabellón EnergySolutions de los Jazz. Según las estadísticas de la NBA, el 95% de los equipos que se adelantan 2-0 en su eliminatoria acaban pasando de ronda, con lo que los Lakers de Pau Gasol tiene todo a favor para estas en las semifinales de la Conferencia Oeste.

http://www.as.com/baloncesto/articulo/lakers-brillan-sufren-siempre/dasbal/20090422dasdasbal_1/Tes

martes, 14 de abril de 2009

Hawai, el paraíso perdido de EEUU


Dicen que en río revuelto, ganancia de pescadores. En plena época de crisis económica, surgen oportunidades únicas para visitar destinos celestiales a precios irresistibles, como es el caso de Hawai, el paraíso perdido de EE.UU.

By Antonio Martín Guirado.
EFE-REPORTAJES



Durante los meses de marzo y abril se pueden encontrar ofertas en vuelos que, por pocos dólares, le llevarán directamente a lo más parecido al cielo que hay en la tierra. Sol, temperaturas ideales, tranquilidad e incluso una cocina en la que se funde Oriente con Occidente que hace del archipiélago, por si fuera poco, un centro gourmet.

Hawai, el Estado más joven de Estados Unidos -entró a formar parte de la Unión en 1959- y localizado en un archipiélago del océano Pacífico, más allá de sus impresionantes escenarios naturales y de ser la cuna de nacimiento del actual presidente estadounidense (Barack Obama nació en la capital, Honolulú), es un estado de ánimo.

El llamado "espíritu Aloha" es la perfecta simbiosis entre las temperaturas tropicales y la calidez y encanto de su población, que imbuyen las seis principales islas del archipiélago: Kauai, Oahu, Lanai, Maui y Hawaii, también conocida como "Big Island", para no confundir con el Estado en su conjunto.

Alejado unos 3.200 kilómetros del EEUU continental, en Hawaii se respira tranquilidad. Ya sea desde el impresionante cañón Waimea, el cráter Haleakala o el volcán Kileaua -uno de los más activos del mundo-, el contacto directo con la naturaleza invita a sentirse parte del paraje.

Y a sonreír. Porque en esta tierra volcánica donde casi siempre brilla el sol, te reciben con flores y los nativos saludan con el gesto que universalizó el futbolista brasileño Ronaldinho Gaucho, la vida parece regirse, como les gusta decir en Hawai, por las tres "W": wind (viento), waves (olas) y wings (alas).

Y es así desde hace cientos de años. Los primeros en poner pie en "Big Island" fueron los polinesios desde las Islas Marquesas, hace más de 1.500 años. Cinco siglos después, nativos de Tahití llegaron y aportaron sus creencias en dioses y demiurgos, dando origen poco a poco a la cultura hawaiana, culminada con la llegada de los colonizadores americanos.

En el siglo XX, las plantaciones de azúcar y piña propulsaron la economía de Hawai y atrajo a numerosa población japonesa, china, filipina y portuguesa, pero si por algo se conoce a esta tierra, además de por el sol y el surf, es por lo ocurrido el 7 de diciembre de 1941.

En aquella fecha de "infame" recuerdo para EEUU, los japoneses atacaron por sorpresa la base naval de Pearl Harbor, en Oahu, lo que provocó la declaración de guerra de EE.UU. a Japón y su participación inmediata en la Segunda Guerra Mundial.

Cuatro años después, Japón firmó en la bahía de Tokio la rendición en el acorazado Misuri, que aún descansa en el puerto de Pearl Harbor como museo y solemne recuerdo, venerado por miles de turistas cada año al precio de 16 dólares por entrada.

Esos mismos visitantes cuentan con un novedoso punto turístico desde hace cuatro años: los platós naturales de la serie "Lost".

"Hasta hace bien poco tenían el avión destruido en plena playa", dijo a Efe el regente de uno de los cientos de lugares disponibles para alquilar un coche y perderse por los 231 kilómetros de perímetro con los que cuenta Oahu.

El avión al que se refiere es el Oceanic 815, el aparato que sufre un accidente con muchos de los protagonistas de la ficción a bordo. El rodaje de esas escenas se hizo en Mokuleia, al noroeste de la isla, pero también reciben muchas visitas otros "platós" como los acantilados de Kualoa Ranch o las cascadas de Waihi Falls.

Oahu es la tercera isla más grande de Hawaii y la más poblada, con unas 900.000 personas, aproximadamente el 75 por ciento del total.

Desde la playa de Waikiki ("agua que mana de la tierra") -una de las más célebres del mundo-, se puede hacer "trekking" hasta el cráter de Diamond Head, que cuenta con una de las mejores vistas de la isla, si se obvian las coloridos y sensuales espectáculos de danza autóctonos.

Todo en esta tierra parece que luce con más fuerza. Los acantilados del condado de Sunday Beach parecen sacados de un cuadro de Friedrich, cambiando la niebla por unas olas que rompen lo cristalino de sus aguas en un paisaje salvaje dominado por los aficionados al surf, al skysurf y al windsurf.

Pero también hay espacio para las pequeñas cosas, como la visita a mula por la península Kalaupapa, en Molokai, o los recorridos a pie por la costa Napali, en Kauai, y en coche por Maui.

Los cuerpos esculturales se entremezclan con los cócteles, avistamientos de ballenas, atardeceres majestuosos y miles de hectáreas de frondosa vegetación, en un enclave donde montaña y playa se dan la mano de forma única en apenas unos kilómetros.

Así es Hawaii, donde no existen las preocupaciones y el tiempo parece detenerse.

http://viajes.latino.msn.com/articlepage.aspx?cp-documentid=980408&page=0&wa=wsignin1.0

jueves, 2 de abril de 2009

'Urgencias' llega a su fin tras 15 años en antena


La serie creada por Michael Crichton para la NBC y que lanzó a la fama a George Clooney termina esta semana en EEUU.

Antonio Martín Guirado (EFE), los ángeles | Actualizado 01.04.2009 - 19:04


Jueves, 22:00. Para muchos en EEUU, ese día y hora ha supuesto durante 15 años una cita ineludible con su televisor. Pero este 2 de abril el idilio toca a su fin. Urgencias, una de las series estrellas de la NBC y vehículo de lanzamiento para George Clooney, echa el telón.

Creado por Michael Crichton, este programa, que atrajo a más de 30 millones de espectadores cada semana en EEUU entre 1994 y 1998, tiene el récord de candidaturas a los premios Emmy, los Oscar de la televisión, con 122 nominaciones. De ellas logró materializar 22, pero además se hizo con otros galardones como el Globo de Oro y el del SAG (sindicato de actores de EEUU).

"Es el fin de una era para la televisión", dijo al periódico Los Ángeles Times Neal Baer, uno de los primeros guionistas y productores ejecutivos de la serie, que desaparecerá tras 331 episodios, 34.000 horas de metraje y 5.453 intérpretes a sus espaldas.

Uno de ellos es la mexicana Laura Cerón, que interpretó desde el final de la primera temporada de forma recurrente a la enfermera Chuny Márquez. "Van a faltar unas cuantas semanas para darme cuenta de que no voy a regresar", dijo. "Una siente melancolía y amor por lo que hicimos, es parte de nuestra vida", agregó.

Para la NBC, decir adiós a ER -el título original de la serie- es despedir al que hasta ahora ha sido el último vértice de una trilogía de productos de gran éxito ubicados en la franja horaria nocturna de cada jueves. Los anteriores fueron Canción triste en Hill Street y La Ley de Los Ángeles.

Por el plantel de ER han desfilado fugazmente actores de la talla de Kristin Davis, Kirsten Dunst, Ewan McGregor, Shia LaBeouf, Zac Efron, James Woods o Susan Sarandon, pero de su reparto principal destacan dos rostros: el de Anthony Edwards y, sobre todo, el de George Clooney (el doctor Doug Ross en la ficción). Al igual que Denzel Washington, Bruce Willis o Will Smith, Clooney debe su éxito a la gran oportunidad que le brindó la pequeña pantalla y que le sirvió en bandeja de plata sus primeros papeles en el cine, como Abierto hasta el amanecer, de Robert Rodríguez, o Un día inolvidable, junto a Michelle Pfeiffer. El intérprete, de 47 años, abandonó la serie hace una década pero retornó en una aparición especial durante el penúltimo episodio, que registró las mejores audiencias del programa en los últimos dos años, con 10,7 millones de espectadores.

La serie, ahora protagonizada por Noah Wyle, John Stamos y Angela Bassett tras muchos cambios de reparto, fue modélica en su género y ha sido imitada hasta la extenuación posteriormente. "La clave es la integridad y el corazón con el que está hecha", manifestó Cerón. "Y tratar temas que son de incumbencia para la sociedad, como el sida, la inmigración ilegal o la realidad del sistema sanitario", apuntó. Fue uno de los primeros dramas en incorporar un lenguaje especializado, denso y ajustado al contexto clínico, un "hiperrealismo" insuflado por varios médicos que colaboraron a la hora de escribir los guiones. De hecho el propio Crichton, fallecido el año pasado, se graduó en Medicina por la Universidad de Harvard.

Tal y como recuerda Lydia Woodward, que ejerció como productora al comienzo de la serie, "aquello resultó toda una novedad" y ayudó al público a "entender algo sobre medicina", lo que a su vez era toda una responsabilidad para presentar los temas de forma rigurosa y apropiada. Esa precisión en los diálogos estuvo a punto de impedir que se le diera luz verde al formato, como explicó John Wells, productor ejecutivo del "show". "Todas las cadenas rechazaron el guión", dijo. "Demasiados personajes y jerga médica, creían que sería imposible de seguir", admitió.

A partir de la próxima temporada, el testigo lo tomará el nuevo programa de entrevistas de Jay Leno, que deja el late night para pasarse al prime time (la franja horaria de máxima audiencia) y cuyo coste de producción se acerca a los dos millones de dólares por semana, la mitad de lo que costaba cada episodio de Urgencias.

http://www.malagahoy.es/article/television/389704/urgencias/llega/su/fin/tras/anos/antena.html